Muchas veces hacemos promesas y la mayoría de las personas no las cumplen...,pero cuando me toca a mí soy fiel cumplidora. Por la salud y mejoría de mi hija, hice una promesa de ir el domingo día de reyes a la iglesia de San Patrick en Miami, y ¿por que allí, si hay muchas iglesias en el mundo?, bueno ésta es especial, porque allí está Peter, un joven que toca la batería tan bien, que no solo Dios se regocija de ello, sino los que asiduamente asisten cada domingo para escuchar y compartir la misa de ese lugar.
Llegó el momento, y ese domingo Dios nos regaló un hermoso día lleno de sol y alegría. Cuando llegamos a la iglesia, la misa estaba comenzando y la mamá de Peter nos guardó puestos bien cerquita de él, a partir de este instante mis lágrimas rodaban por mis mejillas de la inmensa emoción, todos reunidos allí: mi esposo, mi hija acompañada de su hermano, su cuñada y sus sobrinos, y por supuesto con la familia de Peter.
De este modo, cumplí una promesa de amor por la salud de mi hija, pero también Peter se sintió que desde muy lejos los amigos vienen a admirarlo y a apoyarlo. ¡Sigue Peter con tu arte, Dios te bendice!
Hasta pronto,
Brigitt.
