jueves, 11 de diciembre de 2008

RENOVARSE VALE LA PENA.

Es tan fácil hallar excusas para no dedicar suficiente tiempo a renovarnos. En este tiempo en vísperas de la navidad debemos aprovechar para hacer los cambios necesarios. Renovarse no solo en lo material, sino también en lo espiritual cada momento de nuestras vidas.

Cuando nos renovamos en lo material cambiamos en la forma de vestir, donamos lo que no estamos usando a otras personas, y así de esta manera, practicamos la caridad con nuestros semejantes.

También la renovación espiritual nos llena para lograr una calma interior, que nos ayudará a empezar el día con nuevas ideas, con sentido del humor, y aumentar nuestra autoestima personal.

Tome en su mente fotografías instantáneas, y envuélvase en ellas durante sus actividades diarias para sentir paz y unidad con la naturaleza, y las cosas que ame (el recuerdo de sus seres queridos, la alegría de vivir, la soledad, su trabajo, sus amistades). Este es el verdadero antídoto perfecto que nos da fuerzas cuando “el mundo es demasiado para nosotros,” por eso, ¡a veces necesitamos vaciarnos para podernos llenar!

Llegó la hora de re no var nos…y comenzar el nuevo día.

¡Feliz Navidad!


Lic. Brigitt de Sánchez.