Tengo algunas canciones preferidas que denotan aspectos muy sublimes de mi vida, y por eso me encantan; una de ellas es del inmortal Frank Sinatra, "It was a very good year" (Fue un año muy bueno), habla de las diferentes etapas de la vida. Este sencillo tema, pero de un profundo valor sentimental, me llena siempre de emoción cuando la escucho. Al final concluye que si hemos sabido vivir la vida, podremos considerarla un buen vino añejo que no pierde dulzura a pesar de los años.
Esta idea se aplica a nuestra concepción de la belleza: de jóvenes suele ser una cuestión frívola, casi de competencia con los demás, pero el tiempo nos va diciendo poco a poco que todo va cambiando.
Lo que siempre he valorado en las personas es su sencillez, las que han sabido marcar pauta con su individualidad y han creado su propio estilo sin copiar a nadie. La belleza real no son los trapos, coloretes y toda esa parafernalia que nos echamos encima je je . La belleza real, la verdadera nace dentro de cada persona, de la bondad, de la humildad, y brota como un manantial que nos llena de luminosidad, ésa que nos da el verdadero sentido y carisma que hacen a una persona atractiva sin querer serlo.
Vivamos nuestra Belleza real, la que Dios nos dio y vivamos nuestro propio estilo.
Lic. Brigitt de Sánchez
CNP 16616
