martes, 18 de abril de 2017

Mi Discurso de Grado

  • Monseñor Julio Urrego
  • Lics. Milagros Sánchez, Ismael Rojas y Jairo Villasmil, Padrinos de Promoción de la Imposición de Anillos y Medallas
  • Profesores de la Universidad Católica Cecilio Acosta.
  • Invitados Especiales.
  • Estimados Compañeros Graduandos.
  • Padres, Familiares y Amigos.
  • Señoras y Señores:

Con inmensa emoción, comienzo este discurso orgullosa de poder expresar en nombre de mis compañeros y compañeras la satisfacción y la alegría que cada uno de nosotros tenemos en este momento.

Hoy, 11 de abril de 2008, nosotros los graduandos de la UNICA sede Coro, concluimos una hermosa crónica de vida y de estudio,  que estuvimos llevando cada día de clases al asistir al Colegio Pío XII, donde cada sábado, de cada mes, nos reuníamos para recibir las asignaciones pertinentes de cada semestre de nuestros profesores.

No solamente nos graduamos de Comunicadores Sociales, sino también de hombres y mujeres que con afán y perseverancia hemos sufrido una transformación social y personal, donde todos nos preparamos, trabajamos arduamente y aprendimos de nuestras derrotas y fracasos, para alcanzar un peldaño más en la vida, un peldaño que junto con nuestra vocación de servicio, buscará unir esfuerzos para apoyar a esta sociedad, que necesita cada día más de nosotros, ya  que somos portadores de herramientas necesarias para ayudar a las comunidades y al país.

No podemos olvidar de agradecer a nuestro Padre Celestial, DIOS, en todas sus dimensiones, Todopoderoso y Misericordioso, por el Don de la Vida y la libertad de dejar en ella muchas huellas llenas de prodigios, siendo Él protagonista principal de todo cuanto nos rodea y que nos haya permitido llegar a esta meta. Así como también, es nuestra necesidad expresarles un veraz agradecimiento a  los Profesores de la UNICA, quienes nos transmitieron sus conocimientos, nos enseñaron e inculcaron el deseo de superación al llenar nuestros corazones de sabiduría, formando nuestra conciencia, y elevaron nuestra vocación de servicio.

En este sentido, nuestra imposición de anillos y medallas se enaltece con la presencia de tres nombres de profesionales de esta institución como son los: Lic. Milagros Sánchez, Lic. Ismael Rojas y el Lic. Jairo Villasmil, a quienes les damos las gracias por aceptar ser nuestros padrinos en este acto tan significativo para nuestra carrera;
A ustedes Queridos Padrinos: nosotros sus ahijados les prometemos que nuestra lucha por ser mejores profesionales no decaerá nunca, porque de ustedes aprendimos ese tesón y esa calidad humana, que nos demostraron siempre en los días de estudios, como ejemplo de verdadera vocación profesional.

No puedo dejar de mencionar, a esos seres que nos dieron su vida, su amor, su protección,  su educación y que siempre confiaron en nosotros de que íbamos a graduarnos, como lo son nuestros padres, y me refiero a todos a los que están presentes, y a los que Dios decidió llamarlos para que estén con él, a estos queridos padres que nunca han dejado de bendecirnos, para ellos también es nuestro homenaje e infinito agradecimiento.

Además, queda un reconocimiento a nuestras familias, conformadas por esposos, hijos, novios, novias, amigos que siempre estuvieron con nosotros apoyándonos y ayudándonos para que esta meta llegara a cumplirse, gracias por su paciencia y tolerancia.

No olvidemos la ética y la humildad, y que  ellas sean nuestras guías en esta carrera que comenzamos como Comunicadores Sociales.

Ya para concluir este discurso, no puedo dejar de mencionar una frase, que me marcó cuando estudié sobre los comunicadores latinoamericanos más importantes, como lo fue Mario Kaplún, destacado periodista argentino, pionero en la radio comunitaria, periódicos escolares y apasionado por esta carrera:

LA COMUNICACIÓN ES UNA CALLE QUE AMO TRANSITAR, SE CRUZA CON COMPROMISO Y  HACE ESQUINA CON COMUNIDAD.

Finalmente, ¡Que dios nos bendiga a todos, ahora y siempre!

¡Muchísimas gracias!