Del
latín charisma y
con origen en un vocablo griego que significa “agradar”, el término carisma se refiere a la
capacidad de ciertas personas para atraer y cautivar a los demás. Un sujeto
carismático logra despertar la admiración del prójimo con facilidad y de manera
natural.
El
carisma es algo innato
y forma parte de la personalidad del ser humano. Se trata de una capacidad
que está asociada al éxito, lo que se basa en la concepción de que al
carismático le va bien en la vida. Por eso hay quienes afirman que se puede
ayudar a una persona a ser carismática a través de reforzar su autoestima, sus
capacidades como orador y su apariencia.
El
sociólogo Max Weber consideraba que el carisma permite
ejercer una forma de poder. Los ciudadanos advierten una personalidad extraordinaria
en el líder carismático y permiten ser conducidos por él.
Carisma es por tanto,
un regalo de gracia, un Don de Espíritu Santo concede gratuitamente, el
resultado de su acción bondadosa.
En
casi todo grupo relativamente numeroso de personas suelen existir ambos roles y, como es de esperarse, la relación que
se crea entre ellos es intensa y peligrosa. El espíritu Santo da sus dones como quiere
‘Todos tenemos carismas y dones regalados por el Espíritu Santo y los tenemos
que descubrir para ponerlos al servicio de la comunidad’. Lo normal es que nosotros nos demos cuenta de
esos dones que tenemos, y que son una manera de Dios de decimos que valemos
para Él.
Todos somos carismáticos y tenemos que encontrar
nuestras potencialidades que Dios nos ha regalado.
Anímate pues, porque estoy segura que todo lo que
tienes en tu vida es Amor para los demás.
Lic. Brigitt de
Sánchez
CNP 16616
@palabrasmagicasdelaradio
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