A lo largo de los
años siempre ha existido una necesidad de vivir y desarrollar un hogar felíz y
bonito.
Nuestras casas son
los templos de nuestro espíritu, donde guardamos los mejores recuerdos,
honramos a nuestra familia y abrimos nuestro corazón a los amigos. Por eso debemos conservarlo organizado y con
armonía para que tengamos el equilibrio emocional que todos buscamos.
No es casualidad
que algunos hogares abunde la prosperidad, éxito amor y salud, mientras que en
otros solo se vean problemas, casas tristes, separaciones, jardines descuidados
y es que hasta la acera cuenta.
Todas nuestras
emociones y pensamientos son energías que irradian hacia nuestro entorno.
Al mantenernos
positivos llenamos nuestro espacio de luz…y como decía Sócrates: mi casa es
chica y limpia, pero mi corazón es grande.
Lic. Brigitt de
Sánchez
CNP 16616
@palabrasmagicasdelaradio
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