Cuando era una niña, mi papá solía replicarme que siempre usara las palabras mágicas. A mi entender, al principio creí que las usaría y tendría poderes como los magos, y efectivamente ese era el verdadero poder de esas palabras como: GRACIAS, POR FAVOR Y SALUDAR A TODA PERSONA QUE ME ENCONTRARA EN MI CAMINO.
Hoy en día, recuerdo cada vez más sus sabias enseñanzas. Esas palabras me han abierto puertas y ventanas cada vez que he querido, así como también han ayudado a otras personas que en algún momento han necesitado de ellas y han llegado a mí de la misma forma que las uso.
En este mundo tan difícil y lleno de presiones podemos caer en el descuido de no usarlas. Se ha comprobado que los individuos agradecidos son más felices en un 25%, en estudio arrojado por el Dr. Robert Emmons, de la Universidad de California en Davis, en los Estados Unidos. También esas personas son más alegres, tienen un mayor grado de optimismo, determinación, trayendo como consecuencia menores niveles de depresión y estrés; además se sienten más queridas y están mejor preparadas para amar.
Lo hermoso, es comenzar desde ahora mismo a practicar estas rutinas que a diario podemos proporcionar alegría y paz a las personas que las escuchen, a su vez enseñamos a los que no se atreven a enfrentar ese nuevo reto, y no mostrarse ante las personas como unos MALEDUCADOS y GROSEROS.
Gracias Papá, por enseñarme esas palabras y ¿sabes? lo mágico es saber usarlas, para que la MAGIA llegue a nosotros.
Brigitt