Carpe diem es una locución latina que claramente
significa “toma el día” o lo que es lo mismo “aprovechar el tiempo” y no
perderlo.
Esta frase fue usada por el poeta romano Horacio en
su obra odas y para muchos este adagio latino explica “que no hay que dejar
para mañana, lo que puedas hacer hoy”.
Cuantas veces dejamos de lado actividades o tareas
que debemos realizar y con esa flojera mental atribuimos que no tenemos tiempo.
La frase completa
popularizada por Horacio, aseguran los historiadores, fue “carpe diem
quam minimum credula postero”, que en español puede entenderse como el
siguiente consejo: “aprovecha cada día, no te fíes del mañana”.
Carpe diem es también lo
que se define como un tópico de perfil literario, es decir, una temática
que, de forma recurrente, aparece a lo largo de la historia en las obras enmarcadas dentro de la literatura
universal. Esta expresión puede abordarse desde dos perspectivas: por un
lado, es una exhortación para que nadie deje pasar el tiempo; por el otro,
puede referirse a disfrutar en tiempo presente cada placer de la vida, sin
pensar en el futuro, un periodo imposible de conocer.
La frase implica una exhortación a no dejar pasar
los momentos que se nos ha brindado y disfrutar también los placeres de la vida
dejando de lado el futuro que es incierto.
Por eso de ahora en adelante decimos: ¡carpe diem!,
y seguimos adelante.
Lic. Brigitt de Sánchez
Cnp 16616
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