Hoy voy a hablarles del primer beso que recibimos
al nacer de brazos de nuestra madre, el cual es de suponer muy bien que no
recordamos, pero que lo llevamos muy dentro de nuestro corazón. Cuando nos llega la hora de ser mamá lo más
hermoso y placentero es darle la bienvenida a nuestro querido bebé a este mundo. Como muchas de ustedes así recibí a mi hija
con todo el amor y satisfacción de ver ese angelito chiquito de enormes ojos
que al verme y sentirme dejó de llorar porque su instinto le hizo partícipe de
que llegó el ser que le va a cuidar y dar amor para que sea una gran persona.
En Venezuela y
en muchas partes del mundo se celebra el día de la Madre, pero no se acuerden
de ella ese día nada más, demuéstrenselo siempre con acciones, con amor y
dándole el apoyo que ella necesita siempre.
Sean buenos
hijos, ya que esos actos los están percibiendo sus propios hijos, y así serán
ellos cuando crezcan. Para mí el día de
la madre son todos los días, pero ese día en especial lo recuerdo con mucho
cariño cuando lo compartía con mi mamá.
Hoy les
confieso que no recuerdo su primer beso, pero el último que me dio lo llevo muy
guardado en mi corazón.
¡Dios bendiga a
todas las madres que día a día hacen posible un mundo mejor!
Y a ti mami
donde quieras que esté, te pido mi bendición.
Lic. Brigitt de
Sánchez
CNP 16616
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