Esta hermosa
flor acuática posee una inmensa carga simbólica positiva desde tiempos
inmemoriales.
En la mitología
griega se menciona a una bella diosa que se perdió en un bosque hasta llegar a
un lugar en el cual abundaba el fango, denominado loto, donde se hundió. Este
espacio había sido creado por los dioses para los seres cuyo destino era
fracasar en la vida, pero la joven luchó durante miles de años hasta que logró
salir de allí convertida en una bella flor simbolizando el triunfo de la
perseverancia en situaciones adversas.
Al ser una flor
que al mismo tiempo que florece genera semillas es el símbolo de la
simultaneidad de causa y efecto. Los buenos y malos momentos abundad en nuestra
vida alterándola y estando sujetos a causas y efectos. Esta ley kármica de
causa-efecto postula la responsabilidad individual de cada uno de nosotros con
nuestro destino.
¿Qué la convierte
en especial? El hecho de que ella crece en lugares pantanosos, en el fango, y a
pesar de ello su flor se alza sobre la superficie para florecer elevada,
fragante, estilizada e impecable con remarcable belleza. Por la noche, la flor
se cierra, y se hunde bajo el agua, cuando amanece se alza y abre nuevamente.
Sin haber sido tocada por la impureza, el loto simboliza la pureza del corazón
y de la mente. La flor del loto representa longevidad, salud, honor y buena
fortuna.
Así como la flor
de loto emerge donde abunda el lodo manteniendo la pureza de su esencia,
nosotros podemos superar las circunstancias, y la calidad de vida que nos hayan
tocado.
Lic. Brigitt de Sánchez
Cnp 16616
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