jueves, 14 de marzo de 2013

LA OLIMPÍADA DE LA VIDA

En la antigua Grecia los juegos o competencias trascendían lo estrictamente deportivo para traer honor tanto a los victoriosos participantes, como también a sus familias y pueblos.
En esta era moderna, tras abrirse a todas las naciones y a los atletas de ambos sexos, el evento se ha transformado en una celebración globalizada que sigue envuelta en el espíritu mitológico de sus comienzos en la ciudad que le da su nombre: Olimpia, donde se han disputado hace unos mil años.
Pero realmente lo que no ha cambiado con el tiempo es la verdadera esencia del ser humano, la competencia nos une a todos aunque no seamos los atletas y que exponen nuestra fibra cada vez que alguien logra su merecida medalla y oye el himno de su país como tributo al logro alcanzado.
Si tomamos el deporte como condición de vida, nos daríamos cuenta que el triunfo de un atleta se basa en los principios que podemos aplicar a nuestras vidas para que sean exitosas. ¿Y cómo lo hacemos se preguntaran ustedes?
Uno de los valores deportivos es el perseguir un sueño con ahínco y tesón, se plantean metas muy concretas y sean persistentes para lograr el triunfo que es el éxito de un desempeño deportivo, sin embargo, el triunfo no solo se aprende, se vive se lucha, y se disfruta en ¡plenitud! Hasta obtener algún día esa medalla de oro en nuestras manos.
No tengan miedo de soñar en grande, y trabajen duro para lograr sus objetivos como si fuéramos unos atletas.
¡Felicidades por recibir su medalla de oro!
Lic. Brigitt de Sánchez
Cnp 16616


No hay comentarios: