En estos
días vi un programa donde la anfitriona es una motivadora personal y quien
tenía la responsabilidad de explicar el problema de tener una mochila en la
espalda (en forma figurada).
En este camino de
vida, todos llevamos un equipaje más o menos pesado y difícil, que empujamos y
que condiciona de una u otra manera nuestra ruta y crecimiento para llegar a
ser mejores personas.
Dentro de esa
“mochila imaginaria” se encuentran nuestros recuerdos más significativos como
lo son las emociones y vivencias de los primeros besos y abrazos de nuestros
seres más cercanos, mezclados con el sonido de las risas de los juegos
infantiles y con los temores que siguieron los primeros retos.
De vez en cuando,
debemos revisar esa mochila y deshacernos de lo que ya no podemos seguir
llevando como las penas y tristezas, de dejar atrás lo que ya no es útil, y
hacemos espacio para que podamos seguir atesorando hermosos momentos y
vivencias que llenan de alegría nuestro corazón.
Esa mochila
será nuestra verdadera herencia emocional, con la que podamos seguir el camino
de la vida.
Por eso, revise su
mochila y deje en ella lo que valga la pena seguir conservando, después no
pesará tanto llevarla, ¡se lo aseguro!
Lic. Brigitt
de Sánchez
Cnp 16616
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