Hay un dicho
muy popular que refleja la importancia que tiene la esperanza para los seres humanos:
“mientras hay vida, hay esperanza”, es como la llama que nos ayuda a
mantenernos vivos en los momentos más difíciles, como la proverbial luz al
final del túnel.
La esperanza
nos anima a seguir luchando, a no darnos por vencidos, nos mantiene en pie
emocionalmente cuando las circunstancias podrían derrumbarnos. Si vamos al
campo de la espiritualidad, tiene que ver con la fe, con creer y tener
confianza en algo muy grande, aunque no lo veamos.
Sin embargo,
mis amigos los psicólogos relacionan la esperanza con las metas y el sentido de
nuestros deseos personales, y nos ayuda a encontrar caminos para alcanzar los
objetivos más deseados.
Hoy en día,
la esperanza es una de las virtudes más alabadas, y que llevamos dentro de
nuestro corazón porque abriga en ella toda ayuda que en momentos difíciles
necesitamos, aun así todos pensamos que la esperanza es de color verde porque
la relacionamos al color de la naturaleza creada por Dios.
Por eso les pido:
¡que nunca pierdan la esperanza!, llévenla consigo como si fuera un amuleto, de
esos que muchos de Uds. tienen en casa.
Tenía mucha razón Aristóteles:
“la esperanza es el sueño del hombre despierto”
Y como
tenías razón mi amigo el sabio.
Lic. Brigitt
de Sánchez
Cnp 16616
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